Desde que empezó a adquirir grandes responsabilidades laborales y en el sector público, el verdadero disfrute del tiempo libre era algo que Pablo Terrazas nunca negociaba ni sacrificaba. Siempre buscaba la manera de tener tiempo suficiente para largos paseos en bicicleta, salir a correr, subir cerros y perderse en la naturaleza.
A veces, le parecen más largas las horas que pasó al aire libre durante los cinco años que vivió en la región de Aysén, en el sur de Chile, donde trabajó como abogado de la Municipalidad de Coyhaique. No sabe cómo explicarlo, pero si lo compara con Santiago, sospecha que quizás se deba a la diferencia de paisajes, bellezas naturales y extrema cercanía con tantos pulmones verdes.
Cuando fue designado vicepresidente ejecutivo de Corfo, confiaba en que su percepción y uso del tiempo libre no tenían por qué cambiar. Sobre todo porque ya había ocupado otros cargos en el gobierno, como el de subsecretario de Minería. Todavía no cumple un año al frente de la agencia estatal de desarrollo, pero no se demoró en creer que había encontrado el equilibrio perfecto entre sus labores y sus ganas de seguir explorando los alrededores de la ciudad cada fin de semana o subir al cerro San Cristóbal en bicicleta. Hasta que llegó la pandemia.
“Darse tiempo de hacer otras cosas, refrescar la mente y recargar energía en la naturaleza impacta mucho en el rendimiento laboral, especialmente en roles de mucha responsabilidad y mucho estrés”
“Siempre he creído que el tiempo libre es algo sumamente importante, independiente de la carga de trabajo que uno tenga. Soy fiel a esa filosofía, porque creo que darse tiempo de hacer otras cosas, refrescar la mente y recargar energía en la naturaleza impacta mucho en el rendimiento laboral, especialmente en estos roles que son de mucha responsabilidad y mucho estrés”, sostiene.
Terrazas es uno de los funcionarios públicos que todavía asiste a la oficina en medio de la emergencia sanitaria. Pero como es lo único que puede hacer cuando no está en su casa -al menos por ahora-, y como vive solo, en algún minuto pensó que el confinamiento podría convertirse en una carga pesada de llevar.
“(Este período de pandemia) he podido reafirmar las cosas que me gustan, las que quiero en mi vida y pensar en los sueños que tengo”
Entonces se le ocurrió acondicionar un espacio para usar su bicicleta, puertas adentro. Ya tenía un rodillo para fijarla y pedalear en ella de forma estática, pero se compró otro mejor. Luego notó que sólo el rodillo no era suficiente, porque no quería pedalear mirando una pared o su celular. Pensó que una aplicación, en cambio, sí le serviría. Entre tanto buscar y probar, se quedó con un par, que no sólo le permiten pedalear virtualmente en distintas ciudades del mundo, mirando el recorrido a través de una pantalla, sino que también le permiten “salir” en grupo. Es algo que hace muy temprano en la mañana y también los fines de semana, como antes.
El tiempo en casa también le ha servido para reflexionar. “He podido reafirmar las cosas que me gustan, las que quiero en mi vida y pensar en los sueños que tengo”, comenta.
“Hay algo que me ha dolido mucho dejar de hacer: el trabajo para conocer mejor a las PYME y a los emprendedores que son usuarios de Corfo a lo largo de todo el país (…) Es algo que echo mucho de menos y que me gustaría retomar apenas se pueda, para dedicarle tiempo de calidad”
En el terreno personal, tener hijos algún día es uno de esos sueños. Y en el laboral, tanta reflexión le reveló algunas metas que quiere alcanzar en el corto plazo y que tienen que ver con todo lo que la pandemia puso en pausa.
“Hay algo que me ha dolido mucho dejar de hacer: el trabajo para conocer mejor a las PYME y a los emprendedores que son usuarios de Corfo a lo largo de todo el país. Salir a terreno, conocer las realidades en regiones, estar en contacto con las empresas, ver cuáles son los problemas que se presentan en algunas localidades que son muy poco productivas y que tienen mucho potencial de generar más riquezas al país. Es algo que echo mucho de menos y que me gustaría retomar apenas se pueda, para dedicarle tiempo de calidad”, dice Terrazas.